viernes, 14 de diciembre de 2007

¿PRESCINDIBLES?

"Algún día, alguien pulsará un botón y enviará una señal a un satélite que, a su vez, iluminará cinco millones de pantallas desde Albania hasta Zanzíbar. Existe el hardware necesario, sólo hay que programarlo. Si exceptuamoso un pequeño detalle. ¿Qué hay del software? ¿Qué pondremos en todas esas pantallas? ¿Quién lo escribirá? ¿Quién lo dirigirá? ¿Quién lo intepretará? Hay quién está intentando suplantar el factor humano, sustituir el cerebro y el corazón humanos por microchips. Gadgets mecánicos que pueden simular emociones, sueños, risas, lágrimas. Hasta ahora no lo han conseguido. Así que tranquilicémonos. No somos prescindibles. En realidad cuanto más crecen más imprescindibles nos hacemos. Puede que suyo sea el reino, pero nuestros son el poder y la gloria."

(Billy Wilder)

martes, 30 de octubre de 2007

La tecnologia va hacia atrás...xD

La tecnología va hacia atrás.



Para el ojo legañoso es difícil de ver, pero es como si hubiera una serie de científicos inteligentísimos trabajando muy duramen­te en empeorar las cosas, aunque sólo sea un poquitín.

Por ejemplo, antes, las películas se veían en el cine, y se veían bastante bien. Entonces dijeron: «Esto se ve muy bien, ¿cómo po­demos hacer para que se vea un poquito peor?». Y se inventaron la tele, que sirve para que cada uno pueda ver en su casa una peli un poquito peor que en el cine.

Años después dijo otro: «Yo creo que se puede hacer que se vea un poco peor». E inventó el vídeo VHS. Que sirve para que, en cualquier momento, puedas ver una película un poco peor que en la tele y bastante peor que en el cine.
Y, claro, se crecieron.

Siguieron investigando y dijo uno:

—Chicos, se me acaba de ocurrir el DVD.
—Pero eso no vale, porque el DVD se ve mejor que el vídeo VHS, ¿no?

Pero él dijo:

—Tranquilos. Ya veréis cuando la gente empiece a bajarse las pelis de Internet y las vendan en la manta... ¡Esto se va a ver peor que el VHS!

En estos momentos hay una serie de técnicos trabajando en que podamos ver una peli por la pantallita del móvil. Eso es lo más. En cualquier momento y en cualquier parte del mundo podremos ver una peli muchísimo peor que el peor DVD comprado en la peor manta.

El móvil fue un gran invento en este aspecto. Al principio só­lo servía para poder hablar peor que por un fijo. Tenía lo de la co­bertura, lo de la batería... Ahora los móviles también sirven como cámaras de fotos. Se han roto mucho los cuernos para poner una cá­mara en los móviles con la que no se ve absolutamente nada, pero con lo mínimo para que se pueda seguir llamando cámara.

Ahora todo el mundo está contento porque tiene fotos que no se ven. Total, en la fotografía, que algo se vea es lo de menos. Las fotos digitales son otro invento para atrás. No es que hayan estro­peado las fotos, es que las han exterminado. Ya no hay fotos. La gente no tiene fotos, pero creen que sí. Te vas a París con una ca­marita digital y haces doscientas fotos. Pero las fotos se quedan en la cámara.
El inventor dijo:

— Se me ocurre una cosa... ¡Que imprimirlas cueste una pasta!Entre la impresora, el cartucho de tinta, el papel especial... Al final te sale más barato comprar la torre Eiffel.

El genio de la técnica consiguió, además, que la impresión se vea peor que las fotos de carrete, y no sólo eso, sino que cada día que pase se vean peor, que amarilleen como la lejía.

Otra cosa que tienen los móviles es Internet. Otro invento que demuestra que la tecnología va rara. Antes tenías que hacer un tra­bajo sobre Rómulo y Remo, te ibas a la enciclopedia y te salía un trabajo la mar de chulo sobre los fundadores de Roma. Ahora tie­nes que hacer un trabajo, pones «Rómulo y Remo» en Internet... y te sale un trabajo la mar de chulo sobre saunas gays en Madrid.

El móvil ha cambiado mucho nuestros comportamientos. Nos ha hecho bajar el listón de la calidad. Nos conformamos con me­nos. La gente ya no necesita linternas, uno llega tarde al cine y bus­ca la butaca con la luz del móvil. Eso no es digno. Tú miras a un tío que usa el móvil como linterna, y dices: «A ése le va a sonar». Y no falla. En medio de la peli «tirirí, tirirí, tirirí». Lo terrible es que sabes que eso va a ir a peor. En ese momento está sonando po­co porque está en el bolsillo del abrigo, pero cuando lo saca... «¡Ti­Y el tío contesta!

—Oye, que no puedo hablar que estoy en el cine... ¡En el ci­ne! Una de Bruce Willis. Sí, El sexto sentido... ¡No me digas que alfinal el tío está muerto!

Los móviles han cambiado nuestros comportamientos. La gen­te ya no lleva reloj: lo lleva el móvil. La gente ya no usa desperta­dor, se despierta con el móvil. Te metes en la cama, ves que te que­da una rayita nada más de batería y te duermes acojonado.

Y lo más impresionante es que el móvil es como una nueva moral, como una conciencia extra. Cuando estás hablando mal de alguien a sus espaldas, compruebas que no tengas el móvil conec­tado, por si acaso está llamando. Es como si nos espiara.

La tecnología nos permitirá ir a cualquier parte cuando ya no tengamos sitios a los que ir. Cierto. Y allí, sea donde sea, po­dremos disfrutar en cualquier momento de una película que se vea como el culo, con cierto esfuerzo.